La corrupción en Angola es un fenómeno generalizado que impide y perturba el crecimiento económico y los programas de liberalización patrocinados por el gobierno en el país.
La prensa soviética, a pesar de la estrecha relación entre Angola y la Unión Soviética, acusó al MPLA de corrupción, clientelismo y nepotismo, acusando al gobierno de acumular ilegalmente mil millones de dólares. La revista rusa Ogonyok escribe que “la corrupción ha florecido a una escala sin precedentes, incluso en África … el partido en el poder en Angola … siendo procomunista, por naturaleza, estaba dispuesto a sacrificar todo ya todos”.
Los noventa
En abril de 1999 Gustavo Costa, periodista de Expresso, escribió un artículo titulado La corrupción hace víctimas, acusando a José Leitão, el principal asesor presidencial, de malversar los ingresos del gobierno. La policía angoleña arrestó a Costa y lo acusó de difamación y lesiones. La Corte Suprema de Angola lo declaró culpable y lo condenó a ocho meses de prisión, a una suspensión de dos años y una multa de 2.000 dólares. Rafael Marques de Morais, periodista y activista de derechos humanos, escribió O Batom da Ditadura, un artículo que critica la corrupción en el gobierno angoleño y en el presidente José Eduardo dos Santos, el 3 de julio.
La División Nacional de Investigación Criminal (DNIC) lo interrogó el 13 de octubre durante varias horas antes de ponerlo en libertad. Más tarde, ese mismo día, Morais concedió una entrevista a Rádio Ecclesia y repitió sus críticas al gobierno de Santos. Luego lo detuvieron 20 miembros armados de la Policía de Intervención Rápida junto con Aguiar dos Santos, director del diario Ágora, y José Antonio Freitas, reportero de Agora, por cargos de difamación, el 16 de octubre de 1999. Marques dijo que dos Santos fue responsable de la “destrucción del país … por la promoción del desfalco, la incompetencia y la corrupción como valores políticos y sociales”.
En mayo de 1999, el Banco Mundial amenazó con recortar la ayuda a Angola si el gobierno no tomaba medidas serias para combatir la corrupción, comenzando con una auditoría de las industrias del petróleo y los diamantes, las principales fuentes de ingresos de Angola.
Años 2000
Bajo el gobierno de José Eduardo dos Santos, persistieron altos niveles de corrupción, con los medios y las instituciones financieras controladas por elementos cercanos al presidente. En la actualidad, Angola está en la lista de los países más corruptos del mundo y con el índice de desarrollo humano más bajo, esto en un país con uno de los mayores crecimientos económicos del mundo.
Debido a los efectos de la crisis financiera internacional y la caída temporal de los precios del petróleo, Angola se vio obligada, en 2008, a pedir ayuda al FMI ya someterse a las exigencias impuestas por esta institución. Estos incluyen medidas severas contra la corrupción y la falta de transparencia presupuestaria. Estos requisitos se han cumplido parcialmente, por ejemplo, con respecto a la relación entre el Estado y Sonangol. Sin embargo, la situación mundial en relación con la corrupción no ha mejorado, como lo muestra la posición de Angola en los índices anuales de Transparencia Internacional: mientras que Angola ocupó el puesto 147 en 2006 (siendo 1 el mejor), lo que ya es extremadamente problemático, Desde entonces, el país ha ido descendiendo paso a paso, llegando a 168 en 2010 en 178 países, formando así parte de los diez países más corruptos del mundo.
El mayor fraude financiero en Angola
El Banco Nacional de Angola fue víctima de un fraude de USD 160 millones, cuando se descubrió que en la cuenta del tesoro angoleño en el Banco Espírito Santo de Londres, se realizaron varias transferencias de dinero a cuentas bancarias controladas por los sospechosos. Cuando la cuenta del BNA alcanzó valores mínimos, fue el propio BES de Londres el que alertó a las autoridades angoleñas de las sucesivas salidas de dinero.
La investigación de la desviación de fondos del Banco Nacional de Angola (BNA) se lleva a cabo durante más de un año en Portugal y Angola. Como parte de la investigación de este proceso, ya se ha detenido en Angola a 25 personas, algunas de las cuales son empleados del Ministerio de Hacienda y del BNA. Ya se han recuperado grandes cantidades de dinero entre tiempo.
Según Human Rights Watch y el gobierno angoleño, un ex gobernador del BNA llevó a cabo grandes desviaciones de dinero fuera de Angola. Aguinaldo Jaime, intentó realizar una serie de operaciones sospechosas de 50 millones de dólares con varios bancos extranjeros, en concreto bancos europeos y estadounidenses. Fueron los bancos en cuestión los que rechazaron el dinero y detuvieron la operación.