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Conocer la dependencia emocional como patología y sus síntomas.

La dependencia emocional suele tener signos claros, pero en la mayoría de los casos, quienes la padecen no pueden verlos. ¿Alguna vez te has sentido abrumado por la sensación de que no puedes vivir sin alguien más? 

Generalmente, una persona emocionalmente dependiente proyecta todas sus expectativas en otra persona y comienza a depender de los demás para sentirse feliz, capaz, tomar decisiones e incluso sentirse amado. Los celos, el control y la posesividad son indicadores de esta dependencia.

Varios expertos, como psicólogos y terapeutas familiares, afirman que esta adicción hace que el amor se convierta en una obsesión que domina la mente y provoca sufrimiento, y que esto puede llevar al individuo al suicidio al emerger en una depresión profunda, basada en pensamientos negativos.

Existen varios síntomas de dependencia emocional como tristeza intensa, incapacidad para estar solo, celos, idealizaciones, incapacidad para realizar actividades fuera de la relación, entre otros. Es común que algunos de estos signos aparezcan al inicio de la relación debido al llamado fuego de la pasión, en el cual el apego inicial de ninguna manera estimula a las personas a querer estar cerca de su pareja, sin embargo, cuando surge la dependencia emocional, estos signos tienden a intensificarse, cada vez más importante en el nivel de vida de la persona.

El tratamiento más habitual es la psicoterapia, que ayuda al sujeto a reconocer la enfermedad y las trampas cognitivas que le llevan al sufrimiento y la infelicidad, resuelve los principales síntomas, mejora la autoestima, desarrolla el reconocimiento de habilidades y ayuda en la adquisición de autonomía.

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