Se dice que el exdirector de la extinta Oficina de Revitalización de la Comunicación Institucional y el Marketing de Gestión (GRECIMA) Manuel Rabelais, habría silenciado, en 2017, a algunos medios de comunicación privados cuando empezó a surgir información sobre su presunto enriquecimiento ilícito.
Manuel Rabelais, quien se encuentra procesado por presuntamente lesionar la gestión de bienes públicos en la ex Oficina de Revitalización de la Comunicación Institucional y el Marketing de la Administración (GRECIMA) , según fuentes, guardó silencio con valores monetarios superiores a los 3 millones de kwanzas como forma de evitar denuncias contra su nombre.
Entre los cuerpos silenciados por el mismo se encuentra un conocido diario, que luego de tenerlo impreso en la portada y publicitado en las redes sociales, cuando ya se estaba imprimiendo en la prensa, apenas se puso en contacto con la publicación, llamó a la redacción pidiendo que se retirara la portada. así como el material de las páginas, proponiendo una negociación.
En ese momento, el presidente João Lourenço dio los primeros pasos en su gobierno, en relación con la lucha contra la corrupción. Mientras tanto, Manuel Rabelais evitó la difusión de información en los medios de comunicación, sobre sus supuestos escándalos, para no llamar la atención de los órganos de justicia. Suma de las “Cartas de consuelo”.
En la audiencia del martes 15, el exdirector general de RNA admitió en el juzgado la posibilidad de 98.141.632 euros, que se le acusa de haber desviado del Estado en beneficio propio, siendo la suma de “ cartas de consuelo ”que la Oficina de Revitalización de la Comunicación Institucional y Marketing de la Administración (GRECIMA) realizó con el Banco Nacional de Angola (BNA) a favor de las empresas de medios públicos y privados durante su gestión.
Los beneficiarios fueron Edições Novembro, Angop, RNA, TPA, TV Zimbo, Interactive, Semba Comunicações (de Welwítschia dos Santos “Tchizé”, hija del expresidente de la República, José Eduardo dos Santos), y el Ministerio de Comunicación Social. , habiendo manifestado que, como coordinadora de estos órganos, Organizações Chana suministró vehículos a estas empresas.
Este tema plantea la vieja polémica del incumplimiento de las disposiciones de la Ley de Prensa, sobre incentivos a los medios de comunicación. La realidad muestra hasta ahora que solo los organismos públicos se han beneficiado, mientras que los privados, con excepción de los vinculados a grandes grupos empresariales de elementos del régimen, continúan marginados de dicho apoyo.
Cuando Manuel Rabelais fue nombrado ministro de Comunicación Social, inicialmente se presentó con discursos conciliatorios entre las autoridades angoleñas y los medios privados. Dio su espectáculo ofreciendo vehículos a las redacciones y sobres debajo de las puertas, pero no pudo cumplir con lo dispuesto en la Ley.
Al igual que otros titulares que pasaron por la Consejería de Comunicación Social, Manuel Rabelais también solo contaba con organismos públicos como los “chicos lindos de sus ojos”, mientras que los privados solo apelarían, reconociendo su importancia, tras información sobre el su presunto enriquecimiento ilícito, así como su implicación en otro escándalo, tras una supuesta subfacturación en la adquisición de equipos para cubrir la CAN Fútbol, en 2010.
El exlíder que empezó a ser juzgado el 9 de este mes, las audiencias se suspendieron hasta el 8 de febrero de 2021.